Si estás pensando en viajar a Marruecos, alguno de estos tips podrían resultarte útiles. En mi caso fui con amigos por una semana y la verdad es que disfruté al máximo de cada lugar. Trataré de responder algunas de las preguntas que incluso yo misma me hice antes de partir, pero si te queda alguna duda con gusto podría ayudarte…
¿Qué lugares visitar en Marruecos?
Día 1: La llegada a Fez + Chezchaouen
Mi vuelo llegaba directamente a Fez, por lo tanto comencé el recorrido en esta ciudad. La verdad es que me hubiese gustado quedarme un día más para poder conocerla con mayor profundidad, pero no tuve el tiempo. Si ustedes pueden elegir, creo que le dedicaría un día entero para perderme en su Medina, pasear por el mercado y disfrutar de los pequeños rincones de esta ciudad.
En mi caso, la misma mañana que llegué a Marruecos, luego de un exquisito desayuno en Riad Nassim me uní a unos amigos y decidimos contratar un taxi para ir hacia Chezchaouen, conocida como “la ciudad azul”.
Entiendo que también se pueden contratar excursiones desde Fez para hacer Chezchaouen, pero salen antes de las 9 hs. En taxi pagamos unos €40 y fuimos 3 personas en un auto enorme y el chofer nos acompañó en todo momento. El viaje hasta allí dura casi 4 horas.
Paseo por la Ciudad Azul
Chefchauen -conocida también como Chauen o Xauen– es una de las ciudades más pintorescas de Marruecos. Su población original a mediados del SXIV se formó por exiliados de al-Ándalus, tanto musulmanes como judíos. Estos pobladores determinaron en gran medida la arquitectura del lugar: callejuelas de trazado irregular, casas encaladas y el uso de los tonos azules.
Durante siglos Chefchauen fue considerada una ciudad sagrada. Por lo tanto, se prohibía la entrada a los extranjeros. Gracias a ello, su fisonomía medieval se ha mantenido casi intacta y hoy tenemos la suerte de poder disfrutarla.
Por qué es azul la Ciudad Azul y otras curiosidades
En la actualidad, se conserva el color azul en Chauen en parte porque ya es parte de su identidad y atrae turismo; pero también porque aparentemente resulta una efectiva forma de repeler a los mosquitos.
Una cosa muy bonita que me pasó durante esta visita fue cruzarme con muchísimos artesanos. Personas que desde sus pequeños puestos trabajan la madera, el cuero, etc. Por lo tanto, puedes comprar aquí cosas que se producen a pasos de distancia.
Otra curiosidad fue ver la cantidad de funciones que le asignan a los burros: son repartidores de Coca Cola, recogen la basura, etc. Debido a la estrechez de sus calles y la irregularidad de las mismas, son el medio por excelencia.
Día 2: traslado desde Fez + noche en Marrakech
Tengo que decir que las distancias en Marruecos son más grandes de lo que me imaginaba. Tomamos el tren por la mañana en Fez y nos llevó unas 8 horas llegar a Marrakech.
Por lo tanto, este día sólo tuvimos tiempo de ir hacia la plaza principal para cenar en los mercaditos callejeros. En general todos los puestos ofrecen más o menos lo mismo: brochetes, mariscos, pescado y algunos otros platillos típicos. En mi caso probé el mix de carnes y me encantó. Así que lo recomiendo para los más carnívoros.
Comer en Marruecos en general es muy económico. No hace falta gastar mucho más de €6 por un menú completo. Y como no venden alcohol, también puedes ahorrar en bebida, jaja.
Día 3: Traslado hacia Ouarzazate + Kasbah de Ait ben Hadou
En nuestro caso alquilamos un auto bien temprano para encaminarnos hacia el desierto de Sahara. Sin embargo, decidimos visitar antes la Kasbah de Ait ben Hadou. Estas ruinas fueron declaradas por la UNESCO como patrimonio de la humanidad y allí se filmaron más de 35 películas.
Nos hospedamos en Kasbah Valentine, un hotel que se encuentra a pasos de las ruinas. Tengo que decir que la atención del dueño y el desayuno allí fueron alucinantes. Por lo tanto, lo recomiendo al 100%.
Día 4: Gargantas de Dades + Noche en el Desierto
Decidimos tomar un desvío en la ruta para pasar por las Gargantas de Dades. En nuestro caso nos demoramos bastante más de lo previsto y llegamos al desierto ya de noche pero valió la pena. El lugar es precioso. De todos modos, si tienes poco tiempo, deberías saber que al menos 2 horas te llevará esta visita.
Además, aprovechamos para almorzar comida típica en un pequeño puesto que se encuentra justo antes de estas estructuras gigantes de piedra. Allí probamos la famosa Kalia, uno de mis platos favoritos de Marruecos (la foto está en nuestro Instagram). Se trata de una especie de guizo de carne cortada en pequeños trozos y cocido con verduras, perejil, aceite de oliva, Rass el Hanut (mezcla de especias típicas) y arriba lleva un huevo por persona.
El desierto de Sahara: una experiencia única e inolvidable
Finalmente, después de casi 8 horas de viaje, llegamos a Merzouga. Allí nos esperaría Moha, para montar los camellos y llegar hacia el campamento donde haríamos base.
Hicimos la excursión de una noche en el desierto con un grupo de amigos y todos quedamos realmente fascinados. Nos recibieron con una exquisita cena con tajine, ensalada marroquí y fruta de estación. Tampoco faltó, por supuesto, el tradicional té de menta. Además, antes de dormir compartieron un poco de su música con nosotros. La verdad es que terminamos tocando sus instrumentos y bailando todos juntos.
Al día siguiente nos levantamos todos a las 5 de la mañana para ver el amanecer entre las dunas. Sin duda vale la pena el esfuerzo. Para finalizar el tour, volvimos hacia la ciudad en camello y nos despidieron con uno de los mejores desayunos que tomamos en Marruecos. En esa mesa realmente había lo que busques y todo estaba exquisito.
Agradecemos a Moha y al equipo por su calidez y la energía que ponen en su trabajo para que uno pueda simplemente dedicarse a disfrutar. Les dejo acá su página de Facebook, ya que recomiendo al 100% sus servicios.
Día 5 y 6: Regreso a Marrakech y recorrido por la ciudad
Las distancias en Marruecos son largas. El viaje en auto desde Merzouga a Marrakech nos llevó alrededor de 10 horas, con una parada para almorzar.
En Marrakech nos hospedamos en Riad Errabii. Desde mi experiencia, estuvo todo impecable en este alojamiento: principalmente la atención del personal, la comodidad de los cuartos, la limpieza y el desayuno. Incluso la ubicación es bastante amigable y fácil de encontrar dentro de la medina.
Qué ver en Marrakech
Uno de los lugares obligados de visita es la Madraza de Ben Youssef. En árabe se llama de esta manera a las escuelas religiosas. La Madraza de Ben Youssef, fue fundada en el siglo XIV y alojaba a más de 800 estudiantes del Corán.
Otro lugar lugar bonito e ideal para descansar un poco del calor de la ciudad es el Jardín Majorelle. Se trata de un jardín botánico, donde en los años 80 vivió Yves Saint-Laurent.
Por último, no puedes dejar de recorrer los mercados y la principal mezquita de Marrakech. Los colores y aromas de esta ciudad son maravillosos.
En caso de querer entrar en los palacios, les recomiendo hacerlo por la mañana o consultar los horarios de cada lugar. Ya que nosotros llegamos a la siesta al Palacio El Badi y ya estaba cerrado.
Recomendación para viajar a Marruecos:
- Traslado desde el aeropuerto: sería bueno el hotel donde te hospedas enviara un taxi a tu nombre. De esta manera pagarías unos €15, pero te aseguras de que te deje en la puerta del hospedaje. Así evitarías perderte con valijas entre sus callejones, lo cual no resultaría muy cómodo. Por lo que vi, esto sale incluso más económico que el transfer (que cuesta unos €22 y tienes que reservarlo con 48 hs de anticipación).
Una segunda opción sería tomar un petit taxi (llevan hasta 3 personas) en el aeropuerto. Pagarías alrededor de €10 pero te dejarán en una de las puertas de la Medina, no en el hotel. - Cómo hacer para no perderse en Marruecos: en realidad es muy probable que te pierdas una que otra vez entre sus callejones, pero incluso esto tiene su encanto. La conexión a Internet y los GPSs no funcionan del todo bien en el interior de las medinas. En general te vas a encontrar en cada rincón con un niño o joven que te va a ofrecer guiarte a cambio de una propina, pero de entrada intentan perderte en lugar de orientarte, así que ojo.
En mi caso, utilicé en mi móvil la app de maps.me y dentro de todo pude guiarme sin demasiado problema. Por las dudas, podrías descargar antes de viajar el mapa completo de Marruecos y llevarlo siempre con vos. - Aprende a regatear: para muchos es incómodo pelear el precio hasta para las cosas más básicas. Sin embargo, en este país se convierte casi en la regla. A veces incluso sin entender el idioma los comerciantes locales te entregan un papel para que tú escribas tu mejor oferta. Es así, parte de la dinámica. En ocasiones el precio final llega a ser 1/3 del inicial. Lo ideal es bajar bastante y que el comerciante tenga la última palabra para que todos queden contentos.
- Tener presente en qué momento del año será el Ramadán: esto cambia en función al calendario lunar. Durante el Ramadán los musulmanes practican el ayuno desde la mañana hasta la puesta del sol. No pueden tomar agua ni comer hasta las 19:30 hs. aproximadamente. Por lo tanto, muchos comercios permanecen cerrados y a veces resulta difícil encontrar un lugar para desayunar o comer algo.
- Reservar los hoteles a través de las webs de los hospedajes o en los mismos riad: muchas veces la páginas como Tripadvisor o Booking cobran comisiones muy altas. Por lo tanto, si te contactas con el alojamiento es probable que puedas conseguir algún precio especial.
Eso sería todo por ahora. Próximamente publicaré algunas de las recetas que pude probar en este hermoso país. Si estás pensando en viajar a Marruecos o si tenés alguna pregunta, no dudes en comentarme. ¡Bon voyage!